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Mostrando las entradas de marzo, 2008

Tú tan periodista

Uno de los primeros fue Costes y la Bizarra… pero claro, era Costes. Otro día fue Luenzo… pero es que Luenzo siempre es Luenzo. Y otro fue Otero… pero bueno, también él… Cada tanto era Bravo y su Rawsonline… pero vamos… que también las cosas que publica. Son polémicos. Son contras. Están enquistados. Lo suyo es ser opositores. No entienden. Argumentos a pedir de boca. A raudales. Repetidos hasta el hartazgo. Es claro, eran los otros. Después fue “la prensa”, “algunos periodistas”, “ciertos programas”. Así, como cuerpo abstracto e inerte. Eran los culpables, los que creaban climas, los no justos, los que informan mal. Creo que hasta algún diputado provincial todavía electo habló de “terroristas”. Y ayer… ayer fueron Saúl Gherscovici y Radio Del Mar. ¿Y ahora? ¿Quién sigue en la lista? ¿Ahora qué? Ahora nos sorprendemos, nos indignamos, repudiamos, nos solidarizamos. Durante años hemos prestado oído, micrófono, cámara, aire, espacio a quienes han denostado la práctica del periodismo cuan

Un mundo de sensaciones

E. vive en el Máximo Abásolo. Uno de los barrios más populosos e infames de Comodoro. Las calles muchas veces ni siquiera pueden ser consideradas más que huellas. Las casas son precarias. La grilla urbana, desdibujada y por momentos incierta. E. tiene dos rutas para llegar a su casa. Una antes de las ocho de la noche y otra de ahí en más. A la segunda la llama “la ruta segura”. Me encuentro llevándola de regreso después de un evento de la institución en la que colaboro y donde trabajó varias horas. Es muy tarde. Digamos casi las dos de la madrugada. Me explica que tengo que seguir por donde vamos hasta que se termine el asfalto, y después seguir más, hasta que se termine la avenida ahora de tierra. Que a partir de ahí, ella me va a guiar. Vamos hacia esa parte de la ciudad que apenas existe para la otra parte. Estigmatizados, sus habitantes muchas veces ni siquiera consiguen trabajo cuando dicen donde viven. E. me cuenta que un día, estando en otro trabajo en la zona norte de Comodoro,

Rivadavia

Siempre he sostenido en mi círculo de amigos que se termina hablando tanto de política y gestión municipal porque no hay otras cosas de las que hablar. Para empezar, Comodoro (¿debiera poner “Rivadavia”?) tiene mucha “historia político-institucional”. Y como en toda historia, a los memoriosos les encanta recuperar el rastro de ciertos personajes que se reciclan sin ser ecologistas. Gracias a ellos, las nuevas generaciones tenemos memoria del quién es quién, del positivo pero también del que se trata de ocultar. Y ese es el que deriva siempre en el Dr. X y el flamante Secretario Y, haciendo racconto de su pasaje por cargos, líneas internas y movimientos con la capacidad de adaptación intacta. Pero esta es la razón obvia de por qué no podemos zafar del tema. Veamos otras. Comodoro (R) carece de farándula. El conocido chupete distractor de la actualidad nacional. No tenemos vedettes pulposas, ni modelos impactantes, ni actores o actrices renombrados haciendo declaraciones reveladoras. Ni

Ellas

Ellas son únicas, fuertes y poderosas. Benditas y perennes, me enseñan y guían con la acción, con la firmeza de sus pasos, con la convicción de sus miradas. Luchan, no se rinden, les duelen las injusticias pero siguen con esperanza. Son las mujeres que me rodean, se ríen y bailan conmigo al ritmo de la vida. A ustedes, queridas y fascinantes congéneres, gracias infinitas y "feliz día" en este día... al menos hasta que conquistemos la igualdad en todos y cada uno de los otros. Estamos en camino.

Gracias!

A los colegas de Cheyole.com que me invitaron a escribir para ellos. Aquí está el resultado... http://www.cheyole.com/2008/02/29/ciudadania-global/