Algún día...

Brindemos por este día. Por las rutas despejadas que nos han traído hasta él y que alguien más abrió por nosotros. Por los caminos que tuvimos que abrir a fuerza de resistencia y compromiso, para no tomar la vía fácil. Por quienes nos precedieron y quienes nos acompañan en la aventura.

Pequeña periodista virtual y casi olvidada, me niego a dejar que esa pequeña parte mía que saltaba de emoción ante una historia descubierta en primicia o adivinada como punta de mucho más que merece ser contado, desaparezca para siempre.
Sin título que me avale, sin más formación que el ejercicio del día a día, a pesar de pareceres y opiniones, me siento periodista. Quienes no estén de acuerdo, pues sabrán disculpar la licencia que me tomo.

Hoy levanté la copa con dos amigas nuevas por la profesión casi perdida, recibí un par de mensajes de otros dos o tres amigos que aún me recuerdan y me prometí a mí misma que algún día volveré a ese ruedo en el que las palabras tienen destino, las visiones que podrían ser parciales encuentran ecos que las amplían y el callar o no callar hace la diferencia.

Mientras tanto, resisto en este espacio buscado y querido.

Como alguien me dijo alguna vez, es de sabios desensillar hasta que aclare.
Elijo creerle hasta que pueda volver a ensillar.