Comodoro era una fiesta
Somos petroleros. Todos. Desde el primer al último habitante de nuestra ciudad, si es que tal orden existiera. Sin importar en qué trabajemos o si estamos en la búsqueda. Sin siquiera movernos de nuestras casas. Somos petroleros virtuales, sin las 12 horas de yacimiento y los regímenes 7 por 2. Pero somos petroleros. Somos petroleros cuando pagamos alquileres de 1.000 pesos por una pieza en un garage de un barrio marginal. Somos petroleros cuando un par de botas no baja de los 200 pesos o una campera de 400. Somos petroleros cuando una pizza común y corriente pasa los 30 pesos y salir a comer nos enfrenta a una irrealidad en la que una ensalada llega a los 40 pesos. Somos petroleros porque nuestra vida se mide en lo que podemos alcanzar y lo que no, según lo que ganamos por mes. Adiós al ahorro, la planificación y los gustos. Adiós al futuro de largo plazo. La vida se disfruta a billetazos o no se disfruta. El futuro es hoy… o a lo sumo, mañana. Somos petroleros porque vivimos etername