Me gusta Ella
Me gusta Ella. Me gusta que diga lo que quiera, sin esperar certificados de corrección política ni partidaria. Me gusta que no se calle nunca, que no se detenga. Me gusta que se vista como quiera. Que se peine, se maquille, se cuide y sea todo lo mujer que somos todas. Me gusta ese bancarse lo que decide hacer y no hacer. Me gusta esa forma que tiene, que logra que le corra a todo el mundo algo por la espalda cada vez que se planta frente a lo que cree. A los que la quieren, les mueve la emoción. A los que la odian, les crispa más que los nervios. Ella planta talón en tierra y no deja indiferentes. “Tiene cosas que son muy de mina” , me dijo alguien una noche y es cierto. ¿Por qué debería ser de otra manera? Me gusta ver a los editorialistas forzados a mirarla con un cristal que no acostumbran, a los periodistas usando palabras que le dedicarían a sus mujeres más que a un hombre con su rango, a los comentaristas tratarla de cualquier cosa menos de persona. Me gusta que le