Gaviotas y gaviotos
En el pasto para rumiar que están dejando los ecos de esta campaña, que prometía ser una carrera de fondo y terminó en cien metros llanos, hay un bocado que me resulta un tanto amargo. De buenas a primeras y sin concesiones, las mujeres se quedaron fuera de juego en el tablero superpoblado de las candidaturas marca 2011. Las gaviotas -como atinó a llamarlas el histórico referente justicialista José Manuel Corchuelo Blasco- desaparecieron para planear en otro horizonte mucho más lejano. ¿Nunca es triste la verdad?, me pregunto sin atinar a encontrar razones para una respuesta terminante. A veces me gusta creer que las gaviotas hemos dado pasos importantes en nuestro plan de vuelo, que todo es cuestión de paciencia y savoir faire , que es parte de una estrategia cuidadosamente planeada quedarse en determinadas áreas de gestión dominadas por el género. Salud y Educación, diría nuestro propio Gobernador. No digo que no, digo que quizás ya tienen gusto a poco esas tradiciones que, cuando mu