Los diez papelitos
Pasan los meses y cada vez se me da menos el antojo de escribir. Hace unos días encontré entre los favs de mi cuenta en Twitter un par de consejos que me daban un periodista y un político de mi provincia para salir del bloqueo. El periodista -quien será siempre extrañado- me decía que él solía encontrarle la vuelta escribiendo sobre algo que le fuera ajeno, de una forma desconectada, y así fluía para lo que realmente le interesaba. El político me proponía con simpleza escribir palabras en diez papelitos, tirarlos al aire y ponerle letra a lo que indicara el azar. Ese mismo día corté las tiritas de papel a ojo. No porque el primer consejo no fuera bueno, sino porque desconectarme se sintió infinitamente más complicado. Las conté, como la buena alumna que todavía soy en algún rincón de mí misma, y las acomodé adentro de mi agenda para tenerlas a mano cuando surgieran las palabras para cada una. Cinco meses después, ya en Enero, encontré esos papeles cuando fue el momento