Jugando en la vereda
Sentados y mirando pasar este mes de Enero de 2008 que va llegando a su fin, las charlas mutan desde la inocente pregunta “no te vas de vacaciones?” hasta la omnipresente en las sombrillas políticas de nuestro tiempo: “a vos te parece que le da para la Presidencia?”.
Es claro que la figura de las especulaciones políticas veraniegas es Mario Das Neves. Ni siquiera los primeros pasos, algo tambaleantes a veces, de la administración del otrora delfín y ahora Intendente comodorense Martín Buzzi logra desplazar el foco de atención por mucho tiempo.
Allí lo tenemos, a Don Mario jugando en la vereda del poder que en este turno ha devenido en K y empezando a meter pie en las quintas en las que nadie se atreve, so riesgo de quedar en la misma tierra del olvido que le ha tocado a mucho caudillo con más aspiración y prosapia. Aunque es todavía pronto y el resultado aún más que incierto, la curiosidad es inevitable.
Algo de la incredulidad puesta en hipótesis no puede disimular esa excitación que rodea en nuestro mundo a las típicas situaciones David-Goliath, el hombre pequeño armado con una honda y una piedra frente al gigante seguro de su superioridad. La historia está plagada de casos, pero ¿será este uno de ellos? Hasta enemigos declarados y afirmados de las políticas dasnevistas consideran la opción con cierta excitación controlada. “¿Te lo imaginás?”, preguntan, entre queriendo y no queriendo.
No escapa a la observación que el juego de Das Neves en el tablero 2011 ya ha comenzado. Desde la proyección nacional cada vez más buscada –y lograda- de su agenda de gobierno, hasta la moderación de un perfil e imagen mucho más pulidos y “políticamente correctos”. No es gatopardismo, que es lo mínimo que se le endilga. Es el camino lógico de todo político que aspira a cambiarse de liga. ¿Acaso otros no han perdido el poncho, las patillas, la campera de cuero, por no mencionar los cambios de padrinazgo y convicciones? Es el juego, en fin, y las reglas del marketing político son las que mandan para lo mucho que está en juego.
Ahora, ¿cuáles son las chances reales? La respuesta es incierta. Eso sólo lo sabe el tándem presidencial y el propio Das Neves. Desde la especulación, sólo puede decirse que mucho dependerá del próximo año de mandato de la actual Presidente, de la construcción de poder K que se logre en el ámbito partidario del Justicialismo en esta apuesta de recuperación de estructura clásica y del camino que decida andar en su agenda el gobernador chubutense. Lo favorece el hecho de que el horizonte 2011 se muestra claro y con muy pocos candidatos no cuestionados. Hay voces que apuntan a una reelección de Daniel Scioli en el ámbito bonaerense y al mucho trabajo de proyección nacional que le resta al macrista PRO. Son las mismas que sacan fuera de juego a los tradicionales caudillos peronistas, desgastados por la sucesión de años de tira y afloje para mantenerse a flote en sus provincias y a sus provincias. No escapa a la vista común que la agenda internacional de Das Neves se expande y busca rumbos más ortodoxos que los adoptados por la política exterior oficial, que el discurso opositor va migrando a primeras líneas y que la red de contactos que se ha ido tejiendo desde la pasada campaña electoral en provincias vecinas y a nivel nacional no ha sido casual.
Sólo resta esperar un año y algunos meses para tener la versión definitiva de este cuento, uno que sí o sí tendrá implícito otro: ¿quién será el sucesor en el ruedo provincial?. Y en esa vereda sí que hay muchos Davids jugando, acumulando piedras y afinando la puntería.
Es claro que la figura de las especulaciones políticas veraniegas es Mario Das Neves. Ni siquiera los primeros pasos, algo tambaleantes a veces, de la administración del otrora delfín y ahora Intendente comodorense Martín Buzzi logra desplazar el foco de atención por mucho tiempo.
Allí lo tenemos, a Don Mario jugando en la vereda del poder que en este turno ha devenido en K y empezando a meter pie en las quintas en las que nadie se atreve, so riesgo de quedar en la misma tierra del olvido que le ha tocado a mucho caudillo con más aspiración y prosapia. Aunque es todavía pronto y el resultado aún más que incierto, la curiosidad es inevitable.
Algo de la incredulidad puesta en hipótesis no puede disimular esa excitación que rodea en nuestro mundo a las típicas situaciones David-Goliath, el hombre pequeño armado con una honda y una piedra frente al gigante seguro de su superioridad. La historia está plagada de casos, pero ¿será este uno de ellos? Hasta enemigos declarados y afirmados de las políticas dasnevistas consideran la opción con cierta excitación controlada. “¿Te lo imaginás?”, preguntan, entre queriendo y no queriendo.
No escapa a la observación que el juego de Das Neves en el tablero 2011 ya ha comenzado. Desde la proyección nacional cada vez más buscada –y lograda- de su agenda de gobierno, hasta la moderación de un perfil e imagen mucho más pulidos y “políticamente correctos”. No es gatopardismo, que es lo mínimo que se le endilga. Es el camino lógico de todo político que aspira a cambiarse de liga. ¿Acaso otros no han perdido el poncho, las patillas, la campera de cuero, por no mencionar los cambios de padrinazgo y convicciones? Es el juego, en fin, y las reglas del marketing político son las que mandan para lo mucho que está en juego.
Ahora, ¿cuáles son las chances reales? La respuesta es incierta. Eso sólo lo sabe el tándem presidencial y el propio Das Neves. Desde la especulación, sólo puede decirse que mucho dependerá del próximo año de mandato de la actual Presidente, de la construcción de poder K que se logre en el ámbito partidario del Justicialismo en esta apuesta de recuperación de estructura clásica y del camino que decida andar en su agenda el gobernador chubutense. Lo favorece el hecho de que el horizonte 2011 se muestra claro y con muy pocos candidatos no cuestionados. Hay voces que apuntan a una reelección de Daniel Scioli en el ámbito bonaerense y al mucho trabajo de proyección nacional que le resta al macrista PRO. Son las mismas que sacan fuera de juego a los tradicionales caudillos peronistas, desgastados por la sucesión de años de tira y afloje para mantenerse a flote en sus provincias y a sus provincias. No escapa a la vista común que la agenda internacional de Das Neves se expande y busca rumbos más ortodoxos que los adoptados por la política exterior oficial, que el discurso opositor va migrando a primeras líneas y que la red de contactos que se ha ido tejiendo desde la pasada campaña electoral en provincias vecinas y a nivel nacional no ha sido casual.
Sólo resta esperar un año y algunos meses para tener la versión definitiva de este cuento, uno que sí o sí tendrá implícito otro: ¿quién será el sucesor en el ruedo provincial?. Y en esa vereda sí que hay muchos Davids jugando, acumulando piedras y afinando la puntería.