Estos son los días
Este año a los comodorenses nos ha tocado vivir en difícil. Desabastecidos, paralizados, piqueteados o piqueteros, deambulamos entre góndolas buscando el litro de leche imposible o hacemos colas interminables en la estación de servicio menos congestionada para llegar al surtidor donde con suerte todavía habrá algún tipo de combustible, el que sea. Atrás quedó el tiempo del marketing, en el que tenían que convencernos de que aquella marca era mejor que esta. Esta vez los publicistas la tienen fácil. Ya no optamos por el combustible más "verde" o eficiente, o el de la empresa que nos regala puntos por fidelidad. Vamos por el que tenemos más a mano en medio de la urgencia o la provisión obligada "por si empieza el paro". No buscamos vivir en el lugar que siempre soñamos. Nos conformamos con lo que podemos pagar, a sobreprecio y mal ubicado. No elegimos los productos que nos gustan. Elegimos los de precios acordados, las ofertas, las promos y, si vienen de un mayorista